De la misma manera que debemos entrenar y cuidar nuestro cuerpo para mantener las cualidades físicas en las mejores condiciones posibles a lo largo de la vida, también debemos entrenar nuestro cerebro y nuestras neuronas para mantenerlas en condiciones óptimas a lo largo de todo el ciclo vital. Científicos han demostrado que mientras que la actividad física preserva la estructura neuronal, la actividad cognitiva fortalece el funcionamiento y la plasticidad de los circuitos neuronales, ambas son necesarias e indispensables para una salud óptima.
Cada vez más se tiende a potenciar el entrenamiento físico juntamente con el entrenamiento mental apostando por un envejecimiento activo, visto desde todas las dimensiones, ya sean físicas, cognitivas, sociales y afectivas. Científicos han demostrado que por cada nueva actividad realizada, el riesgo de desarrollar demencia se reducía aproximadamente en un 12%.
A lo largo de la vida vamos aprendiendo .Constantemente vamos introduciendo datos en nuestro cerebro y el complejo entramado de conexiones entre neuronas que residen en él tiene la función de ubicar la información de modo que quede ordenada para recurrir a ella siempre que sea necesario. A este proceso se le llama memoria.